miércoles, agosto 06, 2008

Encontrándose

Escribir es un vicio. Y como todo buen vicio, es incurable. Pero evitable.

Si usted quiere dejar algún vicio, puede tomar varias medidas. Parche de nicotina, abstinencia por gran voluntad… en mi caso y sin querer, me receté Vida Diaria. Si su vicio, querid@ lector@, es la escritura, enciérrese en una oficina todo el día, de preferencia detrás de una computadora, olvídese de leer sus libros, viva corriendo detrás del reloj, y conseguirá dejar la escritura… por un tiempo.

Por fortuna, existen personas que pueden re intoxicar. Yo tengo la mía, que es mi espejo fiel, o algo así como las hojas que pisamos cuando éramos niños (yo lo hacía hace poquito, me temo que estoy creciendo…) y que nos recordaban que seguimos caminando. Ella, un poco de playa, y la sacudida feliz del niño que llevo dentro, ayudan a volver al camino.

Para los que escribimos por naturaleza, lo que no quiere decir que lo hagamos bien, sino solamente que no podemos dejar de hacerlo, escribir es solo tratar de mostrar un poquito de lo que vemos y pensamos. Por aquí de vez en cuando, se vuelve un acto de humor. Por acá, siempre se vuelve un acto de amor.

Es bueno volver. Matar a la vida diaria, mirando a los ojos de la familia, de la mujer que amas; y encontrar, ahí, junto al reflejo del mar, esperando a buenas amigas: las palabras.

2 comentarios:

La mujer alada dijo...

Es complicado ser tachuela en tus zapatos y es difícil ser un reflejo... porque poco a poco terminas creyéndote el papel .... lo lindo de la lejanía es sentirte cerca y lo lindo de devolverte un reflejo es que me estoy dando cuenta de que no solo hago de espejo sino que puedo ser.. arena de mar incendiada...

Anónimo dijo...

VOLISTE!!! crees que tienes el derecho de desaparacer por casi un año, tomando en cuenta, que la red es la unica forma de vivir algo de lo que no vivo...
Tu no tienes derecho de dejar de escribir, vidas, peor aún libertades dependen de estos parrafos.