Para mi Lila
Fuiste la primera, y serás por siempre, única. Luego del breve episodio del moquillo, que cuestión de vida y muerte, y previa amanecida con los cuidados de La Mujer Alada una noche, y otra mía. Te faltaba solamente un respirador. Cabeza arriba, nariz congestionada, jadeante. No aposté por el día siguiente. Pero viviste, para seguir comiendo pantuflas y corriendo por todo el departamento.
Desde ahí, me enseñaste a vivir. A ser más simple, a vivir un día a la vez.
Me enseñaste que:
- Se debe recibir a las visitas, siempre con una sonrisa. En tu caso, con las dos patas directo al pecho
- No hay mejor lugar en la casa que el sofá, porque tiene la mejor vista si lo sabes usar
- No hay mejor lugar que el parque en familia. Correr, con toda la vida, y las orejas atrás de la alegría y del aire fresco
- Para hacer amigos es suficiente acercarse… y olfatear
- El lugar más seguro es estar cerca de los que te quieren
- La compañía, en esa noche de amanecida trabajando, cuando me veías desde mi mochila en el piso del estudio.
- Para tener la tarde más divertida basta encontrar una rama en el piso
- La mejor forma de disfrutar un viaje es con el viento en la cara
- Hay que saber descansar. Dormir, todo lo que se pueda
- Hay que saber posar para las fotos
- Hay que comer siempre con gusto. Y solo lo que en realidad te gusta
- A respetar el sueño de los demás… y a despertar con un saludo cariñoso, todos los días y sin importar lo que pasó el día anterior.
- A salir a la terraza, y disfrutar el aire fresco de la mañana
- A disfrutar de los charcos después de la lluvia
- A aprovechar todo el tiempo que se pueda para jugar
- A pedir perdón cuando se comete un error, inmediatamente después de cometerlo. Cuando te quieren, basta con algunas pequeñas lamidas.
Pero tal vez, lo más importante, es que hay que aprovechar cada minuto con los que te quieren, porque cada momento es un regalo. Y aunque mordiste mi jean favorito, te comiste mi CD de Soda, las carteras de la Mujer Alada, y nos hiciste mil travesuras, te vamos a extrañar, por cada una de ellas.
Lila, mi loca chiquita fuiste nuestra fiel compañera. El tercer integrante de la familia. Te quise con todo mi corazón, estés donde estés.
Lila, mi loca chiquita fuiste nuestra fiel compañera. El tercer integrante de la familia. Te quise con todo mi corazón, estés donde estés.
3 comentarios:
Que lindas palabras Negri mi hiciste llorar...Donde sea que esté la Lila siempre los va a cuidar..lo siento muchisisisisisisimo :(
Negra
http://elvuelodelamujeralada.blogspot.com/2010/06/chao-mi-lila.html
Chuzo man, que fuerte, desde el Facebook vengo a parar acá, he leído los dos entries y realmente es conmovedor lo que cuentas, y yo que soy asidúo del PAE, que he llevado a mis gatos, al gato y perro de mi novia y a mi perro grande a esterilizar.
Perder una mascota es como perder un hijo definitivamente, y más aún que te lo arrebaten de esa manera tan irresponsable e injusta.
Saludos y ánimo, espero que te dejes ver pronto. Y si es que no lo haz hecho ya, yo creo que la mejor manera de darle una alegría a Lila es adoptar otro de sus hermanos de cuatro patas olvidados.
Tu amigo Alvaro Andrade.
Publicar un comentario